Multiplicación

¡Qué bendición! Estoy contento, esta noche nos multiplicamos en dos… me refiero a mi CDV. Ahora que lo pienso nunca he tomado el tiempo para hablarte de mi Círculo de Vida… y creo que esta noche es la oportunidad perfecta. Déjame contarte:
Tenemos un poco más de dos años reuniéndonos… y hemos crecido hasta ser un grupo pequeño grande. Ahora, si lo piensas, esa es una contradicción de términos. Un grupo pequeño grande, por bueno que parezca, ni es lo mejor para el avance del reino, ni lo es para sus miembros. Hasta esta noche hemos ido creciendo hasta llegar a ser doce parejas más hijos (a veces, ¡un montón de hijos!). Por eso esta noche, nos multiplicamos.
Los CDV en VidaNueva nacieron con el propósito principal de proveer cuidado pastoral a toda la congregación. La palabra VIDA es un acróstico de lo que debe hacer cada pastor (así llamamos a los líderes de los grupos) con aquellos de la congregación que le han sido asignados. VIDA significa:

V = Velar por las necesidades de cada uno
I = Interesarse en su realidad personal
D = Dedicarles tiempo
A = Auxiliarles en momentos de crisis
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En el 2007 añadimos al sistema de CDV las responsabilidades de desarrollar actividades de evangelismo y de coordinar el discipulado de los nuevos creyentes. Como pastor de la Iglesia me siento contento (aunque no satisfecho) con lo que tenemos en el sistema: varios grupos excelentes, muchísimos buenos… y uno que otro que lucha con el desarrollo pleno de sus propósitos. Para Patty y para mí… nuestro CDV ha llegado a ser una parte importantísima de la vida.
Cuando nuestro CDV nació –en Octubre de 2006- casi nadie se conocía… recuerdo bien la primera reunión: ¡deberías haber visto la expresión de cautela que todos llevaban! Creo que cada pareja tenía el temor natural a relacionarse con desconocidos… ¿sabes? esto es más normal y frecuente entre los adultos. Sin embargo en cuestión de meses las barreras de cautela se cayeron y fueron reemplazadas por bonitas amistades… más personas se añadieron… cada reunión era bulliciosa, alegre, interesante… nos gustaba estar juntos. Pero en la medida que nos hemos hecho grandes yo sabía que estábamos perdiendo el propósito para el cual nacimos. Es que un grupo grande es impermeable, difícil de penetrar… y aunque sea de manera involuntaria el grupo “se cierra” volviéndose imposible alcanzar a nuevas personas. En este punto es necesario multiplicarse… y volverse dos grupos pequeños pequeños.
Así que esta noche seis de las doce parejas dijimos adiós… vamos a comenzar un nuevo CDV. Ambos grupos nos proponemos continuar realizando salidas y paseos juntos (hemos sido un grupo que nos gusta salir a comer)… pero en las reuniones regulares nos constituimos a partir de hoy en dos grupos diferentes. Fue paradójicamente bonito… es que aunque ya no estaremos juntos estamos haciendo la voluntad de Dios.
Piénsalo: cuando hay multiplicación todos ganan. Gana el Reino porque cada grupo es más ágil para ganar nuevas personas. Ganan los miembros porque hay posibilidad de tener relaciones más estrechas y significativas. Ganan los líderes, porque hay más oportunidades de crecer y desarrollar el liderazgo.
Por el contrario, cuando no hay multiplicación el grupo tiende a morir. Se endurece, se estanca y eventualmente se muere. En muy pocas ocasiones un grupo que no se reproduce permanece por años con vida espiritual genuina. No hay ni la menor duda: lo mejor es multiplicarse.
Si eres de VidaNueva espero que tu grupo esté en el proceso de crecer y multiplicarse… si no lo está ¡ese debe ser uno de los propósitos para el 2008! Si no eres de VidaNueva y en tu Iglesia hay grupos pequeños, te animo a que participes de ellos… si no lo estás haciendo estás perdiéndote de una gran bendición.
Nos vemos mañana.