¡Himnos!… ¿te acuerdas de ellos?


Me refiero a las tradicionales, clásicas, definidas, poéticas, doctrinalmente sólidas y ultraconocidas piezas musicales que las iglesias solían cantar en América Latina durante los casi 200 años de cristianismo evangélico, pero que se han convertido en apenas un recuerdo (y en algunos casos, ni siquiera en eso) en la mente de la mayor parte de congregaciones del continente. En VidaNueva somos culpables -sí, «c u l p a b l e s» es una buena palabra- de haber puesto a dormir el sueño de los justos este precioso género musical. Así que, cuando William Flores me propuso formalmente tener un énfasis en los himnos clásicos «cada de vez en cuando» no me costó ni un milésimo de segundo decir un sonoro «sí». Adicionalmente, la ventaja de ser uno de los pocos músicos (bueno, «músico» es en realidad demasiado decir en el caso de este servidor… dejémoslo en que «fui» músico) me hará retornar al menos ocasionalmente al banquillo… no al de los acusados, sino al del pianista en la Iglesia.
Me gusta.

Todo género musical tiene sus seguidores y sus detractores… la causa es que la música no es más que la expresión de la personalidad humana. Piénsalo. No hay «notas musicales» ni «ritmos» en la Escritura. No hay «música» cristiana… «música espiritual»… «música mundana».. no mi hermano: la música es… ¡música! Y como tal, se usa como una herramienta para honrar a aquello a lo que se dirige (por supuesto, el contenido de lo que se dice es totalmente distinto… la misma Biblia le llama a lo que cantamos «profetizar» o predicar porque comunica verbalmente la doctrina que creemos). Ahora, en cuanto a la parte musical -es decir, notas, ritmos, melodías, armonías, etc.- personalmente, hace muchos años que dejé de atacar los géneros que no me gustaban dentro de la iglesia -algo de lo que algunos creyentes hacen un verdadero deporte de alta competencia y lo llevan a proporciones cuasi-olímpicas-; simplemente he aceptado que los cantos que entonamos son para el Rey, no para nosotros. Punto.
Yo canto con mi corazón… y me gusta cantar de todo casi de todo.
Si estamos honrando a Dios, a mí me alegra.

Así que la próxima semana -Jueves 25/Viernes 26- tendremos la primer «Noche de Clásicos»… si te gustan los himnos, te animo a estar especialmente temprano… si no te gustan… te animo aún más a que llegues -estoy seguro que lo disfrutarás-… si eres de la generación que ni sabes de lo que estoy hablando (porque estás demasiado joven y ni siquiera conociste la experiencia de cantar con un himnario en la mano y no con la proyección de la letra en una pantalla)… a ti te animo todavía aún más a que estés allí.
Lo más importante de todo no será la música que le cantaremos a Dios, sino que el Dios a quien cantaremos estará presente.
Hmm… en una palabra: exquisito.
No te lo pierdas.

 

Nos vemos mañana.

3 comentarios en “¡Himnos!… ¿te acuerdas de ellos?

    • Grandioso!!!, como le doy gracias al Señor por ese sentir hermano Julio. Dios es bueno en gran manera!!!!! Será de gran bendición para la Congregación !!!!!
      muchos de esos himnos, son Escritura. Es esa palabra del mismo Dios la cual le agrada y sella nuestra mente y corazón. Brota en los momentos de necesidad y nos fortalece, nos da poder y gozo para sobrepasar las dificultades.

  1. Hola, Buenos Dias,

    Que bendición que tendran Himnos Clasicos. Podrian por favor subirlos en
    la Pagina de Vida Nueva. En mi Iglesia los cantamos en Ingles y Armenio pero
    me encantaria oirlos en Español.
    Gracias. Lorena

Replica a ricardo garcìa Cancelar la respuesta