¡Gracias a Dios por el trabajo en equipo!

Dicen que una imagen vale más que mil palabras… bueno, esta noche te escribiré un poco más de 600 palabras sobre el equipo… pero antes quiero compartirte 1 imagen poderosa:

En unas horas saldré para San José, Costa Rica… por un lado he estado esperando con ansias ver a viejos amigos allá y disfrutar de lo que sé que serán 5 buenísimos días de ministerio en la Iglesia Bautista Emanuel. Por el otro… este no es el mejor momento logísticamente hablando para salir de El Salvador, considerando que en Vida Nueva estamos a las puertas de dos eventos inusualmente grandes (al menos para nosotros). Sinceramente, sólo puedo pensar en una cosa esta noche: ¡Gracias a Dios por el trabajo en equipo!

En medio de los centenares de pequeños pero importantes detalles que conllevan Eleva! 2009 y Casa del Juicio Zero9 (¡sin siquiera mencionar el ministerio «normal» de todos los días!), salgo del país con extraordinaria tranquilidad y total paz en mi corazón. Para colmo de males, Steve se encuentra todavía en USA y no llega sino hasta el fin de semana. Pero sé que «el equipo» se queda encargado, operando cada área con mucha más capacidad que la que tiene este servidor. Aunque me gustaría quedarme (y espero que a ellos también les gustara que yo me quedare), sé que en un sentido no me necesitan. Me tranquiliza que cada uno tiene la capacidad, la responsabilidad y la autoridad para comandar sus respectivas áreas. Lo he comprobado en multitud de ocasiones anteriores. Además, bajo el liderazgo de ellos hay centenares de otros integrantes de VidaNueva trabajando laboriosamente para lograr nuestro cometido. Eso es lo maravilloso del cuerpo llamado Iglesia.

Como cosa curiosa, esto será parte de lo que enseñaré en Costa Rica. Siempre me ha fascinado el trozo del recuento de Nehemías en el que se narra como todos (bueno… casi todos) colaboraron en la restauración del muro. Esta semana, precisamente mientras el equipo trabaja, yo predicaré acerca de ello (hmmmm…. suena demasiado cómodo, ¿verdad?)

¡Trabajo en equipo! Esa es la clave para que la expansión del reino se haga como el Rey se lo merece.
No sé si alguna ve te lo has preguntado… ¿Por qué no trabajan más las Iglesias en equipo? Como te lo he dicho antes, no me refiero a trabajar «en grupo»… eso cualquiera lo hace. Un equipo es algo completamente diferente. En un equipo no hay estrellas que busquen su gloria personal, ni independientes o aislados que no se toleren los unos a los otros. No hay ofensas cuando otro miembro señala tus debilidades… ni hay frustración cuando por alguna razón uno de sus miembros «no puede» rendir como se espera (aunque sí la haya justamente cuando alguien «no quiere» hacerlo).

¿Por qué no hay más trabajo de equipo en el reino?
No sé… en algunos casos es desconocimiento del potencial que hay alrededor del líder. A veces es prepotencia e incluso soberbia en los diferentes niveles de liderazgo. A veces es por inmadurez, otras por negligencia. Unas pocas se debe a la falta de capacidad… muchas veces el trabajo de equipo no se logra por los velados (pero siempre riesgosos) deseos de poder que hay en demasiados creyentes.

Creo que en ocasiones, el trabajo en equipo se frustra por lo difícil que es mantener una buena actitud hacia todos en todo momento, en toda circunstancia y a pesar de toda dificultad. Pero cuando en un equipo hay peleas… se deja de ser equipo.
Yo, por mi parte, me siento realizado de ser parte de un equipo. Aunque veo cuanto nos falta, también soy capaz de apreciar cuánto hemos logrado en el proceso de conformarnos como un equipo.
Como de dije antes: ¡Gracias a Dios por el trabajo en equipo!
Y gracias a mi equipo por ser tan fieles al Rey.

Nos vemos mañana.